Quizá ya hayan escuchado en alguna ocasión este término ("marketing 3.0"), pero no duden que de cara al futuro, cada vez lo escucharemos con más frecuencia. En mi artículo de hoy pretendo hacer una visión general de cómo fue evolucionando el marketing en los últimos tiempos hasta llegar a este nuevo término que ahora estamos manejando. Con su permiso, me pongo manos a la tarea.
MARKETING 1.0
Estamos hablando de marketing "original", de las estrategias comerciales que diseñaban las organizaciones para comunicarse con los clientes y lograr que se inclinaran por los productos y/o servicios que cada organización ponía en el mercado. Tenía sus complejidades internas pero el principio de funcionamiento era bien simple: la empresa elegía los mensajes, escogía los canales de comunicación para trasladarlos al cliente, ejecutaba la acción y supervisaba los resultados, alterando o modificando las campañas en el futuro en función de la retroalimentación recibida. Dicho de otro modo: el poder de información lo tenía la empresa. Ella seleccionaba lo que quería contar y lo que quería esconder, y racionaba los mensajes en función de su interés. El consumidor poco podía hacer para huir de la "tiranía" informativa a la que le sometían las organizaciones; no era fácil contrastar datos en otras fuentes. Y así funcionó la cosa durante mucho tiempo, hasta que la informática se alió con el cliente y le ofreció un mundo nuevo de información con el que comenzó a ganar posiciones. Estoy hablando de internet.
MARKETING 2.0
Poco a poco el consumidor comenzó a generar información y a divulgarla por la red, ofreciendo un punto de contraste con la ofrecida por las organizaciones. Es más, el tiempo demostró que los usuarios se fían más de lo que cuenta una persona similar a ellos que lo que les dice una empresa comercial, por entender que la información proveniente de estos segundos está deliberadamente tergiversada. Las redes sociales son el buque insignia de este movimiento que tanta fuerza quitó a las empresas y se la otorgó a los clientes. Hasta tal punto que las organizaciones se convencieron que no pueden luchar contra la fuerza de los hechos y que lo mejor que pueden hacer cuando es imposible vencer al enemigo, es aliarse con él. Se produjo entonces un cambio en la estrategia comercial corporativa, que consistió en "inmiscuirse" en los mismos canales que usaban los consumidores para compartir información. Y esto nos lleva al día de hoy, momento en el cual son muchas las compañías que tienen presencia activa en las redes sociales y tratan desde ellas de influir en la toma de decisiones de los consumidores, conversando con ellos. Ese es el marketing 2.0
MARKETING 3.0
Y nos queda la última evolución, que todavía está en fases incipientes. No es una novedad que las empresas estudien los comportamientos de compra de los clientes, al objeto de poder entenderlos y encontrar la manera de alinearse con ellos. Las redes sociales son el "dónde", pero ahora falta el "cómo". Ese es el marketing 3.0, el que responde a la pregunta de... ¿cómo conseguir que el cliente me elija a mí? Y la respuesta no es nueva; la conocemos de toda la vida. Las personas nos movemos por valores y son estos principios internos tan arraigados los que condicionan muchas de nuestras compras; por ejemplo, si yo soy una persona sensible ante la naturaleza y descubro que una empresa de conservas contamina un río en su proceso de fabricación, automáticamente rechazaré comprar productos de esa compañía. Mis valores me lo impiden. Acabo de poner un ejemplo "de libro", pero existen miles más. Lo que quiero que comprendan es cómo estas creencias tan etéreas como son los valores están presentes (de modo silente) en gran parte de nuestras decisiones. Y siendo esto así, por ahí es por donde quiere atacarnos el marketing 3.0, también llamado "marketing de valores". Las compañías usarán las redes sociales (el "dónde") no para comunicar información técnica sobre productos, sino para comunicar valores ("cómo") y sensibilizar al usuario.
Es un nuevo paso en la comunicación. Tenemos la herramienta más poderosa jamás creada para conversar con las personas (las redes sociales), y gracias a ella podemos descubrir cómo es la persona que se encuentra del otro lado de la pantalla, el "potencial consumidor". Sus conversaciones en la red nos dan muchas pistas al respecto, solo hay que observarlas. Una vez que tenemos la información que necesitábamos, tenemos que crear productos alineados con sus necesidades pero construidos bajo unos principios éticos y de responsabilidad, que será lo que les traslademos a los clientes a través del canal. ¡¡Ese es el marketing 3.0!!
Espero que esta simple disertación les sea útil para entender cuál es el futuro más inmediato que se nos presenta. Si en algo más puedo ayudarles, no duden en contactar conmigo.
Cordialmente
2 comentarios:
Interesante punto de convergencia plantea el marketing 3.0, donde podamos concebir la recursividad entre empresa y cliente como un bien a tener en cuenta, y poder así sinergísticamente construir un nuevo tipo de vínculo que potencie la sutentabilidad.
Gracias por tu comentario, Daniel. En efecto esta convergencia que se producirá en base a unos valores compartidos es sumamente importante para aquellas empresas que sepan hacerlo. No olvidemos que lo que más vincula a las personas con algo son los valores y esos lazos son muy sólidos y difíciles de romper. Este es el reto futuro: fidelizar clientes en base a unos principios compartidos. Algunos lo lograrán y otros no, como siempre.
Un cordial saludo desde Vigo (España)
JJ
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