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martes, 27 de agosto de 2019

CREAR VALOR O NO HACERLO, ¿DILEMA?



Por: Adriana Olvera

En el Sistema Empresa Inteligente se define Valor Creado como las nuevas actividades, o la nueva forma de realizarlas, que se integran a un proceso de trabajo, por parte de quien lo realiza; es adicionarle ideas a las actividades rutinarias que se llevan a cabo para construir un producto o servicio.  Se crea valor cuando las nuevas ideas incorporan nuevo valor tangible (entendido como satisfacción de expectativas) al cliente, a la empresa o a la propia persona.

Por su parte, Brian J. Hall, profesor de Harvard Business School, describe el comportamiento creador de valor como: hacer un favor por el bien de la organización sin esperar algo a cambio, y lo considera clave para llegar a ser un líder verdaderamente exitoso.
Esa definición de Hall me lleva a reflexionar acerca de un detalle que resulta fundamental para colocarte en el camino correcto: habla de comportamiento.  La manera en que pensamos sobre ciertos temas determina cómo nos comportamos, y está comprobado que la repetición de comportamientos crea hábitos, conductas automáticas que se ejecutan sin pensar conscientemente en ellas.

Por lo tanto, si queremos hacer un cambio de comportamiento en relación con la creación de valor, tenemos que revisar nuestros esquemas de pensamiento.  Hall describe dos esquemas alternativos:

  1. El reclamador de valor: se enfoca a tomar una mayor porción del “pastel” para sí mismo.
  2. El creador de valor: trabaja colaborativamente para hacer que el “pastel” sea más grande para todos.

Quien tiene el perfil de reclamador de valor, protege su territorio a toda costa, tendrá siempre esa actitud o predisposición y se comportará repetidamente de manera egoísta, haciendo de ello un mal hábito.  Una actitud de este tipo conduce a negociaciones distributivas, aquellas en las que las partes compiten por la distribución de una suma fija de valor, y la ganancia de una parte se hace a expensas de la pérdida de la otra.

Por otro lado, el creador de valor tenderá a realizar negociaciones integrativas, aquellas en las que las partes cooperan para conseguir beneficios máximos, al integrar sus intereses particulares a la posibilidad de acuerdo, ya que su principal objetivo es crear valor conjunto y desarrollarlo.

En las empresas, para lograr los objetivos de negocio es imprescindible el trabajo en equipo, alineado con la visión organizacional.  En la economía basada en el conocimiento, lograr competitividad y liderazgo de mercado será extremadamente difícil si no se desarrolla una cultura de creación de valor mediante nuevos paradigmas y conductas repetidas acorde a ellos.  Ceder para ganar, compartir información, reconocer el mérito de otros, son ejemplos de comportamientos creadores de valor, pero deben ser elegidos conscientemente, en principio, para luego convertirlos en hábitos que generen un círculo virtuoso.

Retomando el título de este artículo, Crear valor o no hacerlo ¿dilema?, yo creo que no hay tal dilema, sino que se trata de un reto que hay que enfrentar sí o sí, siempre que la organización quiera ser líder en su mercado.  Una buena cultura empresarial consiste en cumplir razonablemente bien con todos los grupos de interés relacionados con el negocio, principalmente con los tres actores nucleares: cliente, colaborador y socio; será muy difícil lograr eso sin un enfoque hacia la creación de valor, de manera que todos ganen sin que alguno pierda.

martes, 28 de mayo de 2019

Renovar o morir


Innovación en las empresas mayor productividad

Por: Lic. Noemi Montoya E.



Ciertamente mi estimado lector una frase trillada, usada, en boca de todos pero en acción de muy pero muy pocos.

Ante la alerta emitida en esta semana por la OCDE de que muchas Pymes mexicanas no sobrevivirán a una posible recesión, debido a su baja productividad y ofrecen escaso valor agregado. En este artículos le daremos algunas recomendaciones para impactar en estos dos puntos anteriormente citados.

Ya inmersos en la nueva economía del conocimiento, donde el conocimiento se reconoce como el motor de la productividad, de acuerdo a estudios de la OCDE, Banco Mundial y otras Instituciones definen cuatro pilares para medir el grado de inmersión de los países en esta nueva economía, siendo estos: 1. Mano de obra capacitada, 2. Infraestructura de información moderna, 3. Sistema eficaz de innovaciones y 4. Régimen Institucional e incentivos económicos.

En este artículo reflexionaremos sobre el pilar número 3 "sistema eficaz de innovaciones". Ciertamente en los países menos desarrollados, gran parte del conocimiento y tecnología que nutre la innovación proviene de fuentes extranjeras.  Sin embargo es necesario permear una cultura innovadora dentro de las organizaciones mexicanas que nos ayuden a mejorar los procesos tanto su efectividad, eficacia y eficiencia.

Nuestra propuesta en el Bufete Empresa Inteligente es ofrecerle una metodología y software Tecné para que cada colaborador y líder en la organización sea autor intelectual y promotor de innovaciones discretas, es decir, éstas se refieren a aquellas innovaciones que no requieren grandes inversiones de dinero y que de manera individual esté aportando y midiendo el valor de las innovaciones realizadas para mejorar sus propias actividades, solo así tendrá sentido si mejoran lo que hacen. Sin embargo creo que el concepto de innovaciones lo definimos solo como el número de patentes que tiene la empresa, nosotros consideramos que no solo es el lanzamiento de productos y servicios nuevos al mercado, sino que la productividad la alcanzaremos cuando todos los que trabajan en la empresa aporten mejoras a sus procesos.

¿Pero de donde nace la inspiración? Permear una cultura de emprendimiento, de confianza, la innovación no es un golpe de buena suerte, sino de diseñar una empresa enfocada al cliente, por lo que la inspiración deberá de venir del cliente, si le ofrecemos un entorno al colaborador donde en base a la observación, producen ideas diametralmente opuestas a lo esperado, donde de manera intencional cuidan los detalles de clientes y proveedores, donde en reuniones de micronegocios se hacen reflexiones colegiadas, entonces estamos propiciando un ambiente para que cada trabajador de la empresa se atreva a proponer, a hacer, a mejorar la forma como hace las cosas para satisfacer al cliente.

La innovación no es un rayo divino o golpe de buena suerte, sino crear el ecosistema para un desarrollo continuo mediante el aprendizaje, aquí es donde el Bufete Empresa Inteligente liga los dos pilares (Mano de obra capacitada e Innovaciones para tangibilizar la economía del conocimiento: La mano de obra capacitada es una estrategia donde se diseña la Universidad Empresarial en base a los procesos de la empresa, mediante las clases que todo trabajador está cursando, adquiere amplio conocimiento no solo técnico, sino de todos los procesos que interviene para ofrecer un producto o servicio que satisfaga los requerimientos más exigente del cliente, por lo que en cada clase el participante deberá de generar una innovación discreta para aprobar el curso.

Lo invitamos a contactarnos para compartir mayor información.

jueves, 23 de mayo de 2019

Dónde está el verdadero control del proceso

El trabajo por procesos es uno de los grandes retos de las empresas actuales, consecuencia de los problemas de formación y estructurales en las que han sido educados los directivos modernos.

Es curioso la firme creencia de que se trabaja por procesos cuando en realidad se opera por departamentos, que de nombre, ofrecen un producto/servicio al interior de la organización.
Las organizaciones tradicionales trabajan por “silos” o en el mejor de los casos por áreas, donde cada una es independiente del resto, como se si tratara de varias empresas dentro de la misma, donde cuando mucho se puede decir que tienen indicadores en común.
Todo esto ha provocado, que cada área de la empresa, tenga conocimiento únicamente de sus actividades y resultados, con un desconocimiento casi total de lo sucede a su alrededor.
Una consecuencia natural de lo anterior, es que el único que conozca el proceso completo sea el director de mayor nivel en la estructura, quien menos control tiene de los procesos y resultados reales.
La pregunta es entonces, ¿Quién controla los procesos de la empresa? La respuesta a lo anterior, es el colaborador, que realiza u opera los procesos ya sean los productivos y procesos de soporte (apoyo).
Por ello la importancia, de que todos los esfuerzos de análisis, diseño y formación llegue a las personas que tienen el control de los resultados operativos, que son la base de los indicadores financieros.
Partiendo de que los procesos se componen de actividades, y que es lo más importante desde el punto de vista técnico, se debe trabajar en “inyectarles” valores, actitudes, conocimientos y habilidades para que se mejoren. Solamente se puede afirmar que hay mejora, cuando se modifica lo que se realiza en la empresa, de lo contrario, el impacto se quedaría únicamente a nivel propuesta.

Los esfuerzos tradicionales que se realizan por capacitar a las personas, han olvidado este punto fundamental, y se quedan a niveles directivos, y no llegan a los niveles operativos; por ejemplo, si usted tiene personal a su cargo, y en este momento se encuentra haciendo esta lectura, sabe qué está sucediendo su empresa/área/sucursal? O solamente lo intuye basado en lo se indica en sus manuales de procesos? O mientras realiza un viaje, tiene presente que el negocio sigue operando, y que se encuentra quizás a kilómetros de distancia de quienes en este momento están atendiendo a sus clientes?
Como se puede apreciar, diseñan pero no operan procesos, por tanto no en términos prácticos no los controlan.
Por ello, es importante que se tome conciencia de ello y en consecuencia se tomen decisiones acertadas de inversiones en capacitación, mejora y demás elementos para que quienes construyen el producto/servicio puedan atender al cliente que queremos y por tanto, tengan los elementos necesarios para lograr los resultados financieros que se buscan.

miércoles, 20 de marzo de 2019

EVALUACIÓN DE PROYECTOS DE INVERSIÓN

Tercera parte

Por: Adriana Olvera Sotres

En la segunda parte de esta serie de artículos expliqué el método de Valor Presente Neto (VPN), que se encuentra en la categoría de los que sí consideran el valor del dinero en el tiempo; ahora procederé a explicar otro método de esa misma clasificación.

MÉTODO DE TASA INTERNA DE RENDIMIENTO (TIR)

La tasa interna de rendimiento o TIR es la tasa de retorno prometida por un proyecto de inversión a lo largo de su vida útil. Es calculada encontrando la tasa de descuento que causa que el valor presente neto del proyecto sea cero.

La regla de decisión general es:

TIR igual o mayor a la tasa mínima de rendimiento requerida: se acepta el proyecto

TIR menor que la tasa mínima: se rechaza el proyecto

La tasa mínima esperada no debe ser menor que el costo de capital de la empresa, porque mermaría la rentabilidad de la empresa si se invierte en proyectos que no den el rendimiento suficiente para cubrir el costo de las fuentes de financiamiento.

Este método tiene las ventajas de que toma en cuenta el valor del dinero en el tiempo, al igual que el VPN, y que favorece a los proyectos de baja inversión.

El cálculo manual de la TIR requiere hacerlo a prueba y error, pero es sencillo con la fórmula de Excel o con calculadora financiera. Voy a ilustrar ambos procedimientos.



Cuando aplicamos el VPN se definió que el costo de capital era 12%, por lo tanto, este proyecto se aprobaría, ya que generará un rendimiento muy superior.

Cálculo de TIR con fórmula de Excel

Para calcular la Tasa interna de rendimiento usando la función de fórmulas en Excel basta organizar los datos en una sola columna o fila, teniendo cuidado de que la inversión se introduzca con signo negativo, puesto que es una salida de dinero. Se abre el cuadro de diálogo de la función TIR (o IRR en la versión en inglés) y se señala el intervalo de los valores; en el recuadro Estimar se le puede dar una pista de la tasa que creemos se acerca a la TIR, pero no es
imprescindible.



Como se puede apreciar, inmediatamente arroja el resultado, 47.97% de rendimiento anual, puesto que usamos períodos anuales; por esta vía llegamos al mismo resultado del procedimiento manual.

Cuando se está analizando la viabilidad de un solo proyecto, VPN y TIR conducirán a la misma decisión: si un proyecto promete una TIR menor que el costo de capital o tasa mínima, el VPN será negativo y el proyecto será rechazado; o bien, será aceptado en el caso contrario. Ambos métodos son complementarios, porque si un proyecto es aceptado por tener VPN positivo,
sabremos que promete un rendimiento mayor que el costo de capital o tasa mínima, pero surgirá la pregunta ¿qué rendimiento promete, exactamente?, cuestionamiento muy válido que se contesta con el método TIR.

En los casos de proyectos que compiten entre sí, habrá que incorporar otros elementos de decisión, como el presupuesto de capital disponible para invertir, o los criterios aplicables a proyectos mutuamente excluyentes, por ejemplo, alternativas distintas para lograr un mismo objetivo.

Como en todas las áreas de decisión, además del análisis cuantitativo, se deberán incluir los elementos cualitativos relevantes en el proceso de evaluación; habrá ocasiones en las que los factores cualitativos pesen más que los cuantitativos, y lleven a aceptar un proyecto con VPN negativo o a rechazar uno con valor positivo.

sábado, 16 de febrero de 2019

¿Por qué, a veces, los Equipos de trabajo no Funcionan?

Por: Ing. Adolfo Carvajal Galindo
Consultor SEI

Todo el mundo es consciente de que un equipo de trabajo es una organización de personas, es decir, está formado por personas que trabajan coordinadas de algún modo para conseguir ciertas metas o resultados. De hecho, cualquier equipo no es más que eso: un conjunto de personas que coordinan sus acciones para conseguir unos objetivos que interesa a todas ellas.



¿Por qué, a veces los equipos de trabajo no funcionan?
Las respuestas pueden ser de las más variadas: falta de definición de las actividades de sus integrantes, fallas en los mecanismos de control de las responsabilidades…, sin embargo, pocas veces se repara en un aspecto fundamental: un equipo de trabajo es una organización humana.

Ello significa que si en el equipo falla la estructura y los procesos de trabajo, será necesario hacer
algún tipo de reingeniería de los procesos para superar esas dificultades. Pero, si los problemas son
humanos, tales procesos de reingeniería no resolverán nada.

Al hablar de problemas humanos nos referimos a aspectos tan obvios:
a) como el afán de figurar,
b) al deseo de imponer las propias opiniones,
c) a las diferencias de carácter,
d) al no querer dar el propio brazo a torcer,
e) al darse cuenta de que se podrían evitar ciertos roces y no se evitan...
Trabajo en equipo es trabajo entre personas, cosa que no es nada de fácil.
Cada uno tiene sus cosas. Hay que aprender a comprender, a pasar por alto, a no dar
importancia, a dejarse decir las cosas...

En resumen, el desarrollo de un equipo es mucho más que el resultado de aplicar ciertas
técnicas o metodologías de trabajo. Seguramente, al ver equipos de trabajo ejemplares, si
nos sabemos fijar, observaremos que la raíz de su eficacia está más bien en el
compromiso de sus miembros, en la capacidad de identificarse con los objetivos del
equipo, en la sencillez y docilidad para aceptar sugerencias y para tomar en consideración
las opiniones ajenas, en la humildad para reconocer los propios fallos y limitaciones.
El desarrollo de un equipo depende, fundamentalmente de:

  • La prudencia,
  • La buena voluntad,
  • De la generosidad y del sentido de responsabilidad de sus integrantes.