“Curiosamente, mientras más torpes y
lentos sean los procesos de una empresa, más necesita de la atención al
cliente”…ABA
El mundo cambio…y sigue cambiando. Cuando esto ocurre, cambian los actores que lo integran, entre ellos: los clientes.
Los clientes aprenden muchas cosas diariamente y en
consecuencia cambian. Si un cliente cambia, en las organizaciones debemos cambiar
la forma en la que nos relacionamos con él.
Para un cliente con cada vez más opciones de compra,
es necesario un cambio en la forma en que la gente que produce y le brinda los
bienes y servicios: nuestros colaboradores pues…
El plan de una empresa inteligente es que
desaparezcan las áreas de atención, pues éstas no agregan valor (Antes de que
me crucifiquen los colegas, les aclaro que, en mi punto de vista, lo que agrega
valor es el servicio, no la atención al cliente -ver mi artículo: “Las trampas
de la atención”-).