Durante casi dos décadas, quienes integramos el Movimiento de la Empresa Inteligente, hemos puesto sobre la mesa nuestra propuesta al mundo empresarial y académico, la nueva organización para la sociedad postindustrial: la organización del conocimiento.
Hoy día, en que más y más líderes en el mundo entero cuestionan a la vieja empresa piramidal, vale la pena reflexionar sobre si la organización del conocimiento es una moda que pasará pronto o es una tendencia que llegó para quedarse.
Son éstos, tiempos de muchos datos, de demasiada información, es importante no perderse, y para ello, es bueno recurrir al viejo recurso de los conceptos.
La diferencia
Las modas duran poco tiempo y son de corto plazo; las tendencias por su parte, permanecen por largos plazos, incluso generaciones completas.
Las modas surgen de arriba para abajo, son impuestas; por lo contrario, las tendencias surgen de abajo para arriba... de las bases de la sociedad.
Las modas son guiadas por las élites; las tendencias, surgen de las masas. Transforman sin posibilidades de retorno, todo el quehacer de la superestructura social; llegan para quedarse.
Las certificaciones, por ejemplo, son modas; en cambio, la intrusión del cliente en la vida de las empresas, es una tendencia que no tiene reversa.
Quienes dirigimos organizaciones del tipo que sea, debemos estar muy atentos para saber si estamos envueltos en modas o tendencias.
La regla debe ser muy clara: si lo que ocurre a nuestro alrededor es una moda, simplemente no debemos involucrarnos en ella; si por el contrario, estamos ciertos de que lo que se desguaza sobre nosotros es una tendencia, entonces, debemos, no solamente aprestarnos a entenderla a profundidad, sino buscar colocarnos frente a ella, pues si lo hacemos adecuadamente, nos aseguramos un lugar en el futuro inmediato.
A los integrantes del Movimiento Empresa Inteligente, nos queda claro que la era, la sociedad y la organización del conocimiento, no son simples modas: constituyen una megatendencia, que habrá de redefinir todas las bases de la supra estructura mundial; así lo planteamos en un libro que escribimos al respecto en el año 2005, y así lo seguimos promoviendo en nuestro quehacer cotidiano, como educadores de empresarios, directivos y operarios de las organizaciones públicas y privadas.
Las 4 tendencias en las organizaciones
Para el dirigente de empresa, que quiera darle un rumbo seguro hacia la competitividad, a la institución que dirige, es bueno que conozca las cuatro tendencias que marcarán la vida de las organizaciones, por lo menos, en lo que resta del siglo XXI.
Primera tendencia: Las organizaciones se diseñan, planean y estructuran a partir del cliente.
El cliente cada vez aprende más y se hace más fuerte. La única manera en la que la empresa podrá sobrevivir y ser competitiva en los próximos años, es que su tasa de innovación sea más alta que la tasa de aprendizaje de sus clientes.
El cliente ya se desbordó y no hay marcha atrás; el cliente del siglo XXI va por todo; se reveló. Ya en 1929, José Ortega y Gasset, un egregio pensador español a quien se le conoce como el filósofo universitario, en su libro: “La rebelión de las masas”, planteaba que en su evolución inexorable, las masas se iban a revelar; ya lo están haciendo y las organizaciones tendrán que alinearse a sus demandas o simplemente desaparecerán.
Segunda tendencia: El trabajador de las empresas decidirá sobre el proceso y será dueño de una parte de los medios de producción.
Las empresas que sobrevivirán en futuro próximo, serán aquellas que permitan y promuevan que el trabajador libere su potencial humano en las organizaciones, donde pasa la tercera parte de su vida.
La era industrial sembró una gran masa de entes sin arte, pensamiento ni decisión en las empresas. El empleado de inicios del siglo XXI, sigue siendo hasta hoy, un sujeto sin libertad, pues dentro de la empresa, no es dueño de nada y no decide nada.
La tendencia es que el trabajador, contaminado por un cliente que ya se rebeló, poco a poco se irá inconformando también, llenando los espacios que hasta ahora ocupan funcionarios que no les permiten decidir sobre el proceso ni poseer los medios de producción intangibles.
Tercera tendencia. Las organizaciones piramidales y los puestos desaparecerán.
La diferencia
Las modas duran poco tiempo y son de corto plazo; las tendencias por su parte, permanecen por largos plazos, incluso generaciones completas.
Las modas surgen de arriba para abajo, son impuestas; por lo contrario, las tendencias surgen de abajo para arriba... de las bases de la sociedad.
Las modas son guiadas por las élites; las tendencias, surgen de las masas. Transforman sin posibilidades de retorno, todo el quehacer de la superestructura social; llegan para quedarse.
Las certificaciones, por ejemplo, son modas; en cambio, la intrusión del cliente en la vida de las empresas, es una tendencia que no tiene reversa.
Quienes dirigimos organizaciones del tipo que sea, debemos estar muy atentos para saber si estamos envueltos en modas o tendencias.
La regla debe ser muy clara: si lo que ocurre a nuestro alrededor es una moda, simplemente no debemos involucrarnos en ella; si por el contrario, estamos ciertos de que lo que se desguaza sobre nosotros es una tendencia, entonces, debemos, no solamente aprestarnos a entenderla a profundidad, sino buscar colocarnos frente a ella, pues si lo hacemos adecuadamente, nos aseguramos un lugar en el futuro inmediato.
A los integrantes del Movimiento Empresa Inteligente, nos queda claro que la era, la sociedad y la organización del conocimiento, no son simples modas: constituyen una megatendencia, que habrá de redefinir todas las bases de la supra estructura mundial; así lo planteamos en un libro que escribimos al respecto en el año 2005, y así lo seguimos promoviendo en nuestro quehacer cotidiano, como educadores de empresarios, directivos y operarios de las organizaciones públicas y privadas.
Las 4 tendencias en las organizaciones
Para el dirigente de empresa, que quiera darle un rumbo seguro hacia la competitividad, a la institución que dirige, es bueno que conozca las cuatro tendencias que marcarán la vida de las organizaciones, por lo menos, en lo que resta del siglo XXI.
Primera tendencia: Las organizaciones se diseñan, planean y estructuran a partir del cliente.
El cliente cada vez aprende más y se hace más fuerte. La única manera en la que la empresa podrá sobrevivir y ser competitiva en los próximos años, es que su tasa de innovación sea más alta que la tasa de aprendizaje de sus clientes.
El cliente ya se desbordó y no hay marcha atrás; el cliente del siglo XXI va por todo; se reveló. Ya en 1929, José Ortega y Gasset, un egregio pensador español a quien se le conoce como el filósofo universitario, en su libro: “La rebelión de las masas”, planteaba que en su evolución inexorable, las masas se iban a revelar; ya lo están haciendo y las organizaciones tendrán que alinearse a sus demandas o simplemente desaparecerán.
Segunda tendencia: El trabajador de las empresas decidirá sobre el proceso y será dueño de una parte de los medios de producción.
Las empresas que sobrevivirán en futuro próximo, serán aquellas que permitan y promuevan que el trabajador libere su potencial humano en las organizaciones, donde pasa la tercera parte de su vida.
La era industrial sembró una gran masa de entes sin arte, pensamiento ni decisión en las empresas. El empleado de inicios del siglo XXI, sigue siendo hasta hoy, un sujeto sin libertad, pues dentro de la empresa, no es dueño de nada y no decide nada.
La tendencia es que el trabajador, contaminado por un cliente que ya se rebeló, poco a poco se irá inconformando también, llenando los espacios que hasta ahora ocupan funcionarios que no les permiten decidir sobre el proceso ni poseer los medios de producción intangibles.
Tercera tendencia. Las organizaciones piramidales y los puestos desaparecerán.
Las empresas se desbaratan en base a micro negocios; se desagregan en pequeñas unidades de trabajo, donde cada una conserva el ADN con que nació la organización.
Los departamentos o áreas se convierten en equipos de trabajo que se agrupan alrededor de procesos completos, dinámicos y flotantes; procesos que se recomponen constantemente, de acuerdo a las señales del mercado.
Los puestos, por su parte, están desapareciendo a una gran velocidad, pues éstos no le agregan ni un centavo de valor al cliente. Los puestos fueron diseñados para servir a un jefe, no a un cliente; sustituyendo a los puestos, se está gestando la figura de los procesos, que sí están planteados para servir a un cliente y que si le adicionan valor a éste.
Hoy día, la pirámide se ha convertido en una verdadera camisa de fuerza para el desarrollo de las empresas. La extinción de la estructura piramidal y la desaparición de los puestos, es inexorable.
Cuarta tendencia. Todos los integrantes de las organizaciones deben trabajar generando valor.
La tendencia en este sentido, se plantea en términos de que todos los directivos y operarios de la empresa, deben generar más de lo cuestan; cada uno debe generar riqueza continua de manera natural en las organizaciones donde presta sus servicios.
Los departamentos o áreas se convierten en equipos de trabajo que se agrupan alrededor de procesos completos, dinámicos y flotantes; procesos que se recomponen constantemente, de acuerdo a las señales del mercado.
Los puestos, por su parte, están desapareciendo a una gran velocidad, pues éstos no le agregan ni un centavo de valor al cliente. Los puestos fueron diseñados para servir a un jefe, no a un cliente; sustituyendo a los puestos, se está gestando la figura de los procesos, que sí están planteados para servir a un cliente y que si le adicionan valor a éste.
Hoy día, la pirámide se ha convertido en una verdadera camisa de fuerza para el desarrollo de las empresas. La extinción de la estructura piramidal y la desaparición de los puestos, es inexorable.
Cuarta tendencia. Todos los integrantes de las organizaciones deben trabajar generando valor.
La tendencia en este sentido, se plantea en términos de que todos los directivos y operarios de la empresa, deben generar más de lo cuestan; cada uno debe generar riqueza continua de manera natural en las organizaciones donde presta sus servicios.
Los gerentes de las empresas se están volviendo caros, pues siguen pensando y actuando como administradores, que conservan, que administran la riqueza que se les entrega, pero no generan nueva riqueza; con los operarios, la historia no es diferente: en una época donde la riqueza se genera innovando, prácticamente ningún trabajador está creando nada.
La tendencia es que cada quien debe justificar su presencia en la empresa, generando valor para el cliente, para la empresa y para sí mismo.
Los principios.
Con todo lo anterior, el Movimiento Empresa Inteligente, propone 4 principios para guiarnos en estas tendencias.
Principio: Empresas…
1.- Enfocadas al cliente,
2.- Centradas en la persona
3.- Que trabajan en base a procesos
4.- Trabajan con criterio de resultados
Así, dejamos estas recomendaciones para los amigos empresarios que buscan guía en un mundo donde la información sobra, pero falta la certeza de ubicar cuál es la verdaderamente útil para sacar adelante sus empresas. ESSS……
1.- Enfocadas al cliente,
2.- Centradas en la persona
3.- Que trabajan en base a procesos
4.- Trabajan con criterio de resultados
Así, dejamos estas recomendaciones para los amigos empresarios que buscan guía en un mundo donde la información sobra, pero falta la certeza de ubicar cuál es la verdaderamente útil para sacar adelante sus empresas. ESSS……
Anibal Basurto Amparano
*Rector del Instituto Empresa Inteligente
*Director de Empresa Inteligente Asociación
abasurto@empresainteligente.com
abasurto@empresainteligente.com
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