¿Qué es el EBITDA?
EBITDA es un
indicador financiero de desempeño operativo, cuyo nombre está formado por las
siglas en inglés que significan “Utilidades antes de interés, impuestos,
depreciación y amortización”; es utilizado para representar el potencial de
ganancias de un negocio.
¿Por qué se
prefiere este indicador a otros? Porque es una medida que no está afectada por
los métodos alternativos que existen para depreciar el activo fijo (planta y
equipo); si una empresa utiliza algún método de depreciación acelerada en lugar
de línea recta, la utilidad entre una y otra alternativa sería distinta.
Para clarificar
cómo se calcula, veamos un ejemplo.
Es importante
señalar que los gastos por depreciación y amortización no están visibles en el
estado de resultados, por lo que es necesario consultar las notas a los estados
financieros, o bien, solicitar esa información al área contable.
Como el EBITDA
ignora los cargos a la utilidad que no implican movimiento de efectivo, algunos
analistas consideran que es una mejor medida de la eficiencia operativa de la
empresa; es lo más cercano a una cifra de generación bruta de efectivo derivado
de las operaciones. Una empresa sana
debería mostrar crecimiento continuo en este indicador.
VENTAJAS:
a)
Como elimina el efecto de
financiamiento, dado que se calcula a partir de la utilidad de operación, facilita
la comparación entre empresas e industrias.
b)
Es frecuentemente utilizado por
inversionistas, porque es un buen indicador de los flujos de efectivo futuros,
e incluso ha sido usado para valuar empresas, determinando su precio en base a
un múltiplo del EBITDA.
c)
Les gusta a los banqueros, porque
ayuda a evaluar la capacidad de dar servicio a la deuda, ya que es el remanente
operativo con el que se pagarían los intereses; se puede convertir en
porcentaje dividiéndolo entre los compromisos de pago de deuda, a modo de razón
de cobertura.
d)
Puede utilizarse como un
indicador clave de desempeño para unidades de negocio, en las cuales el gerente
no sea responsable de decisiones de inversión a largo plazo, ni de estructura
financiera.
e)
Se puede relacionar el EBITDA
con las ventas para convertirla en un indicador en porcentaje, facilitando la
comparación entre unidades de negocio de distinto tamaño.
LIMITANTES:
§
Es un buen indicador para
evaluar la productividad, pero no el flujo (liquidez), porque no considera el
efectivo requerido para capital de trabajo, el cual puede significar un monto
importante de inversión operativa, en los casos de empresas en rápido
crecimiento.
§
Aunque es útil para medir la
tendencia en las utilidades del “core business” o negocio principal, no debe
reemplazar a otras medidas de flujo ni de rentabilidad sobre la inversión.
§
Los analistas de los mercados
financieros a nivel global, después de la crisis de 2008, han reducido el uso
de este indicador, favoreciendo el Flujo libre de efectivo, medida aún más
objetiva que el EBITDA.
Es innegable la
necesidad de evaluar frecuente y objetivamente el desempeño de los
negocios. El directivo deberá conocer las
diferentes razones financieras, y buscar aquellas que sean adecuadas y útiles
para la toma de decisiones en las diferentes unidades de negocio que componen
la empresa, y para ésta en lo global. No
lo olvide, no se puede mejorar aquello que no se mide.
CP Adriana Olvera Soto
Consultor Asociado
Bufete Empresa Inteligente
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