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miércoles, 31 de agosto de 2016

LA NUEVA EMPRESA DEL SIGLO XXI


“No temas a la competencia que te ha acompañado durante años, esa no te va a hacer nada; teme a la competencia que está naciendo en nuestros días, esa te va a matar ..." ABA




En los últimos 20 años, se han publicado una gran cantidad de libros, cuyos autores han tratado de alertar a los dirigentes empresariales sobre la necesidad de cambiar su liderazgo, sus métodos de trabajo, sus estructuras organizacionales, etc. A la distancia, vemos que ha sido muy poco lo que dichos dirigentes han aplicado sobre esas advertencias.

La verdad es que los escasos cambios que se han hecho en la gran mayoría de las empresas, han sido detonados por la realidad que se ha impuesto sobre las obsoletas prácticas de los negocios; no por la aplicación de conocimientos adquiridos con antelación.

La antigua lógica de los negocios
En la Era Industrial, que va de salida, la secuencia de los negocios se daba más o menos así:
La empresa nacía; si todo iba bien, crecía; se abrían departamentos, en consecuencia, se creaban gerencias para “pegar” los procesos productivos, haciendo que dicho crecimiento fuera “hacia arriba”. La competencia rondaba, pero raramente se engullía a sus contrapartes: nos daba una mordida y nosotros le dábamos otra, cuando se presentaba el momento de la “venganza”; y así, crecíamos juntos. Era un mundo feliz…

Pero, allende de nuestras fronteras, nos llegó el coletazo de la revolución del conocimiento, esa que va por todo; una revolución que no está dejando piedra sobre piedra, en la forma como el hombre piensa, se organiza, produce y consume; una transformación que está cambiando: la política, la sociedad, la comunicación, la economía y toda la superestructura mundial.

La nueva lógica de los negocios en el siglo XXI
Hoy día, las reglas del juego para iniciar y crecer un negocio, han cambiado de manera dramática: En nuestros días, pensar en crecer para "arriba", en base a departamentos burocráticos, es ponerse al borde del suicido empresarial.

En el siglo XXI, los negocios deben nacer con el ADN de la nueva Era del Conocimiento: sus líderes son jóvenes, con un liderazgo sencillo y de resultados, alta tecnología y cero estructuras; los procesos sustituyen a los puestos, con pocos integrantes (máximo 12) y distribuidos en micronegocios; todas las relaciones con clientes y proveedores se dan en internet; con una impresionante capacidad de respuesta, y un enfoque total hacia el cliente.

La ‘ nueva economía" 
En lo que respecta al crecimiento, los nuevos negocios, crecen sin burocracia, es decir, sin estructura, sin departamentos; dicho crecimiento se da para “los lados", no para “arriba".

Se crece en base a la mitosis empresarial, es decir, cuando una pequeña empresa de esta naturaleza llega a 12 colaboradores, se abre una nueva sucursal en base a Micronegocios que atienden el negocio completo y, así, se van multiplicando, atendidos en sus áreas de apoyo por un mínimo de profesionales de la administración y la informática.

La nueva competencia 
Esta es la nueva competencia que deben enfrentar las empresas del actual milenio y, como se puede apreciar, las empresas convencionales, con la carga histórica del siglo pasado, simplemente no están preparadas, ni en lo filosófico, ni en lo estructural, ni en lo metodológico para hacerlo.

Pudiéramos presentar la siguiente analogía para ilustrar lo anterior:
La empresa tradicional, es como un delfín que navega tranquilo en aguas azules, compitiendo con otros congéneres por alimento que les brinda el océano. A veces, unos tocan más, otras, menos pero, finalmente, todos comen…

El delfín en cuestión, presenta algunas heridas (debilidades) producto de raspones por nadar en lugares inconvenientes; los otros delfines, que presentan más menos las mismas lasitudes, no reparan en ellas… “no problem”.

Un mal día, en el horizonte del mar, empiezan a parecer unos pequeños pececillos de aspecto feroz: las pirañas. Éstos, al ver las heridas abiertas de en el cuerpo del delfín, atacan sin misericordia a éste último en sus llagas expuestas.

No acaban con él; solo le arrancan un pedazo de carne en el lugar debilitado; el pobre cetáceo odontoceto, sólo alcanza a quejarse de las agresiones; no se puede defender, vaya, ni siquiera puede ver quién o qué lo martiriza, pues su estructura corporal no se lo permite; no fue diseñada para lidiar con este tipo de destructor. El colofón de esta semejanza, es que el delfín irá perdiendo fuerza, hasta que sucumba entre las pequeñas fauces de un enemigo al que ni en sus peores pesadillas se imaginó.

Eso es exactamente lo que está ocurriendo con las empresas convencionales de nuestros días: la verdad lapidaria es que no están preparadas para la nueva competencia. Estas compañías, siguen vivas simplemente, porque en sus aguas no ha llegado la nueva competencia.

¿Qué hacer?
Lo que deben hacer las empresas tradicionales que abordaron el nuevo milenio con las estructuras y prácticas de la Era Industrial que va se salida, es exactamente lo mismo que hace la nueva competencia: desbaratarse en pequeñas unidades de negocio.

Las firmas, deben pulverizarse en pequeños Micronegocios funcionando en forma de red, donde cada uno atienda a sus clientes internos o externos; cada uno, debe convertirse en una piraña interna que defienda su territorio y no permita que las pequeñas agresoras externas se lleven el pedazo de mercado que acechan.

Lo anterior, es algo que deben hacer las empresas tradicionales y lo deben hacer muy pronto, pues, en la medida en que nos vamos adentrando en la nueva economía basada en el conocimiento, estaremos viendo más y más pequeñas empresas llamadas Startup, que amenazan con no dejar en pie a una sola empresa que se siga moviendo con las cadencias de la vieja economía industrial. ESSS.......


Anibal Basurto Amparano
Empresa Inteligente Asociación
Director General

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