“Lloro pródigamente en los panteones;
lloro por las almas que este mundo ya han
dejado;
lloro por quienes no tienen ya más ilusiones,
Pero sobre todo lloro, por los cerebros que se fueron sin ser
utilizados...” ABA
El
Supervocho vuela raudo; la quiromancia de Super Mario Cárdenas lo tiene siempre
“como pa´ ir de fiesta”. Teodulfo viaja al lado de Super-empre, y no disimula
su miedo de volar en un cacharro que ha sacado esos poderes de sabrá Dios
donde.
.-
No tengas miedo Todulfo; este carro me ha llevado a los lugares más lejanos que
te puedas impaginar.- Es que se ve tan garrita Super-empre.- ¡Cálmate Teo, que
si te oye, ahorita mismo nos avienta a volar por nuestra propia cuenta.- Está
bien, está bien, que ahí quede...
.-
Pero...¿a dónde me llevas Super-empre?.- A que te respondas por ti mismo la
pregunta que me hiciste respecto a donde se va el talento de las empresas...
.-
¡ Oye, pero eso es un panteón!.. ¿qué diablos vamos a hacer aquí Super-empre?
.- Simplemente te voy a contestar la pregunta
que me hiciste Teodulfo...
Primero,
quiero que sepas que aquí está la gente que pasó por el mundo, y no pudo
mostrar su talento, debido a que no se le dio la oportunidad de hacerlo; esta
pobre racita hubiera podido entregar más beneficios a su comunidad, pero sus
dirigentes carecieron del enfoque correcto para darle las herramientas
necesarias para hacerlo.